El aire acondicionado ecológico que funciona con energía solar
Ante la necesidad de contar con sistemas más eficientes de aire acondicionado, se han estado perfeccionando sistemas de enfriamiento que se instalan en los edificios y funcionan a partir de refrigeración solar. Y es que es posible aprovechar las energías renovables para generar frío durante los calurosos meses del verano. La principal ventaja de este novedoso sistema es que coinciden en el verano la mayor disponibilidad del recurso solar junto con la mayor demanda de refrigeración. Además, esto permite tecnologías como la refrigeración por absorción y las paredes y techos radiantes alimentados por colectores solares.
En cuanto a la refrigeración solar, se refiere a sistemas que usan la energía solar para la refrigeración de ambientes. La aplicación más frecuente es el acondicionamiento de aire, tanto en edificios como en ambientes móviles como automóviles por ejemplo. Por otro lado, la refrigeración por absorción es un sistema que permite obtener aire fresco a partir de calor obtenido con colectores solares, como los que proveen de agua caliente sanitaria. Su funcionamiento se basa en que la energía solar captada en colectores solares térmicos calienta agua a alta temperatura, después la máquina de absorción realiza un ciclo de compresión termoquímica y produce el agua fría necesaria para la climatización de las estancias. Además, este proceso de compresión en estado líquido tiene un consumo eléctrico muy bajo.
Esta maquinaria utiliza dos fluidos para conseguir el intercambio de calor, uno refrigerante y otro absorbente. Lo más habitual es emplear agua como refrigerante y una sal como absorbente, que puede ser el bromuro de litio. El funcionamiento resumido es que el agua calentada por el sol cede ese calor al absorbente y así se consigue agua fría. El absorbente debe volver a ceder el calor para regenerarse y volver a hacer su función. A nivel doméstico, se han desarrollado equipos de aire acondicionado aptos para viviendas o para el sector terciario, de tamaño compacto, que evitan la necesidad de una torre de refrigeración externa y tienen potencias de enfriamiento de 5 a 10 Kw.
Esto último se ha conseguido gracias a mejoras en la eficiencia de funcionamiento de la máquina de absorción, a través de procesos de rotación de los componentes. El refrigerante empleado es agua y su consumo eléctrico es reducido en comparación con otros sistemas, lo que hace posible que este aporte eléctrico sea provisto por energía solar fotovoltaica, creando así un sistema autosuficiente energéticamente. Lo ideal es que, dada la coincidencia de disponibilidad del recurso con la demanda, la refrigeración por absorción se plantee como un sistema compañero de una instalación de colectores solares que capten la energía limpia e inagotable del sol.