Con la llegada del verano vienen también las dudas sobre cuál es el mejor uso del aire acondicionado y a qué temperatura debe fijarse el climatizador. La temperatura ideal para trabajar de forma confortable está regulada en España desde hace casi 20 años. El Real Decreto 486/1997 establece que en los locales donde se realicen trabajos sedentarios la temperatura debe oscilar entre 17 y 27 °C, y entre 14 y 25 °C si los trabajos requieren más movimiento. Aunque estos son los valores legales, también existen los valores ideales, que están relacionados con el concepto de confort térmico.
El confort térmico es una respuesta individual que depende de una serie de parámetros ambientales, como la temperatura, la humedad relativa y la velocidad del aire, pero también de aspectos más personales, como el metabolismo o incluso la ropa que se suele llevar puesta. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, IDEA, tiene una “Guía práctica de la energía” en la que aconseja que la temperatura de confort en verano esté en los 26 grados, una temperatura más que suficiente, dice la guía, para sentirse bien si se lleva una ropa ligera. Sin embargo, el último Índice de eficiencia energética en el hogar expone que en el 64 por ciento de los hogares programan el aire acondicionado por debajo de los 23 grados.
Para el presidente de la Asociación Española de Ergonomía, Javier Llaneza, el aire acondicionado es el mejor sistema para aclimatar el espacio. Y es que a lo largo de la historia hay otras estrategias para atenuar los efectos del calor, como buscar la sombra, los abanicos, los ventiladores de energía mecánica, los humidificadores, etc. pero ninguno como estos aparatos. Porque todo esto son propuestas un poco más light y menos eficaces que el aire acondicionado. El consumo energético de los aparatos de aire acondicionado no supera el 1 por ciento anual, aunque según el noveno Índice de eficiencia energética en el hogar es uno de los usos que más margen de mejora ofrece. En concreto, el índice cifra esta mejora en un 18,3 por ciento.
El ahorro y la eficiencia energética de los aparatos de aire acondicionado comienza en la elección del aparato, y es que cuanto más cerca de la A+++ este su etiqueta energética más eficiente y más energía ahorra. La elección es importante, pues el IDAE cifra en un 60 por ciento las diferencias de consumo energético entre unos aparatos y otros en gamas semejantes. Además del correcto mantenimiento del aparato también se recomienda otros recursos para bajar la temperatura de viviendas y oficinas, como son instalar toldos, bajar persianas y cerrar cortinas durante las horas más calurosas del día.