Las revisiones periódicas a las diversas instalaciones del hogar son de vital importancia para su correcto funcionamiento. Todas las personas tienen en sus casas o lugares de trabajo instalaciones de calefacción, caldera o aire acondicionado, por lo que es muy importante saber cada cuánto tiempo conviene revisarlas.
Cada instalación requiere de diferentes revisiones, ya que no todos los aparatos y equipos se rigen por las mismas normas y reglas. En este sentido cada comunidad tiene diferentes normativas, por lo que esto también hay que tenerlo en cuenta a la hora de realizar las revisiones de las diferentes instalaciones.
Existen numerosas normativas que regulan todo lo relacionado con las instalaciones de calefacción y climatización, por lo que muchas personas están confusas al respecto. En este caso lo mejor es contar con el asesoramiento técnico de profesionales del sector de la climatización de Zaragoza.
Las inspecciones y revisiones en las instalaciones de calefacción y climatización son muy importantes, ya que evitan grandes peligros y despilfarros innecesarios. Cuando se realizan revisiones periódicas a la caldera o el aire acondicionado, por ejemplo, te aseguras de que estos equipos funcionen de manera óptima.
Las calderas individuales a gas de las viviendas no requieren de inspección y revisión, pero si mantenimiento, concretamente cada dos años. Los encargados de realizarlo son la empresa mantenedora térmica y la empresa instaladora de gas. En este sentido es muy importante que sean profesionales los que desarrollen la tarea.
En el caso de los equipos de aire acondicionado de las viviendas tampoco requieren de inspecciones y revisiones, pero también necesitan mantenimiento. En los equipos mayores de 12kW el mantenimiento se debe realizar cada 4 años, mientras que en los aparatos menores de 12kW se debe realizar cada 2 años. La operación la debe llevar a cabo la empresa mantenedora térmica.
Por otro lado hay que tener en cuenta que aunque la normativa no lo recoja, lo más recomendable es realizar siempre revisiones periódicas a las instalaciones del hogar, pues son una manera de evitar problemas mayores, ya que con ellas se puede detectar cualquier problema de funcionamiento antes de que sea una avería grave.
El mejor momento para realizar este tipo de revisiones es durante el periodo de tiempo que los equipos no están funcionando, es decir, para la caldera durante el verano y para el aire acondicionado durante el invierno. También es recomendable comprobar su estado antes de proceder al encendido, sobre todo si han estado mucho tiempo sin utilizarse.