En un sistema de calefacción, es necesario prestarle atención a todos los elementos.
- Sistema de generación de calor (caldera)
- Circuito de transmisión del calor (tuberías)
- Sistemas de radiación térmica (radiadores)
En esta entrada vamos a prestarle atención a los radiadores y a su purgado.
El purgado del aire de los radiadores es imprescindible para que el rendimiento y funcionamiento de nuestra calefacción sea correcto.
Las consecuencias:
- Los radiadores calentaran más.
- Se producirá un aumento de la eficiencia, lo que se traduce en menos gasto energético y más ahorro.
El purgado del aire de los radiadores debe realizarse al menos una vez al año, y no sólo al comenzar la campaña de calefacción.
El sistema de calefacción funciona en un circuito cerrado que tiene agua caliente que se mueve por el interior de los radiadores y llega hasta ellos a través de las tuberías. En ocasiones se introduce aire en el circuito formándose burbujas, estas se acumulan en las partes altas y en los recodos de los radiadores, en mayor grado en los pisos altos. Este aire genera ruidos y diferencias de calentamientos en los radiadores. Esto se soluciona purgando el circuito por los radiadores.
Para purgarlo seguiremos los siguientes pasos:
- Colocaremos un recipiente (un cubo o una jarra) bajo la salida de la válvula de purgado del radiador. Esta suele estar junto al termostato o en un tornillo que suele estar colocado en un lateral del radiador.
- Giraremos el tornillo de modo que salga aire por la salida hasta que salga agua sin aire. En ese momento cerraremos el tornillo.
- Repetiremos el proceso en el siguiente radiador.
- Este proceso se realiza desde lo más cercano a la caldera y se acaba en los más altos y alejados.
Esperamos que sea útil y os permita ahorrar un poco más.
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